EL RUGBIER DE TIERRA DEL FUEGO

Los jugadores de rugby de la Tierra del Fuego son, sin lugar a duda, los mejores. Ellos entrenan y juegan con condiciones climáticas adversas y en campos de juego perjudicados por la falta de exposición solar y el tipo de suelo, poco propicio para el desarrollo normal del pasto y por su breve horizonte orgánico, con muchas piedras.

Para poder competir a nivel nacional, deben viajar miles de kilómetros. Generalmente el apoyo no es el deseado y esos viajes se transforman en parte de la ventaja deportiva que se brinda.

Los jugadores de rugby de la Tierra del Fuego siguen estando ahí. Bajo el sol de verano o el crudo frío del invierno. Con la lluvia o la nieve. De quince, de siete, de diez o de cuantos se pueda. Siempre dispuestos y con una sonrisa. Dedicados y expuestos.

Por ello, hemos elegido a la hoja de la lenga como el emblema que llevamos sobre el corazón.

Vigorosos, adaptables a las condiciones climáticas, soportamos el frío y el viento y desarrollamos nuestra vida deportiva sobre los suelos húmedos, la montaña y la nieve.