Con garra, temple, valentía y corazón

25-05-2005

Aquí, como en todo el país, muy pocos pudieron ver el partido en directo por el horario en el que se disputó.

A pesar de ello y a sabiendas del histórico empate, pude ver y disfrutar en diferido de un excelente desempeño de nuestro Seleccionado Argentino de Rugby

Los Pumas se llevaron la admiración de la mayoría de los asistentes a este encuentro que vuelve a poner el rugby Argentino entre los mejores del mundo.

Si. No sólo disfruté viéndolo.

Lo disfruté también leyendo las crónicas de quienes estuvieron allí. De todas ellas, me gustará muchísimo compartir con ustedes la del enviado a Cardiff por el diario El Clarín, que transcribo a continuación:

“Fue un empate en 25 ante los poderosos British & Irish Lions y bien podría haber sido un triunfo si el árbitro australiano Stuart Dickinson no hubiese dado tres minutos más de los cinco que se habían anunciado como descuento. Sí, 8 minutos y 35 segundos después de los 40, la estrella inglesa, Jonny Wilkinson, estampó un penal que salvó a los Lions de un cachetazo a su honor a 48 horas de la megagira de seis semanas que realizarán por Nueva Zelanda.

Pero esta actuación de los argentinos no hay que analizarla por el resultado, si bien nadie apostaba una libra por ellos. Porque Los Pumas, sin 26 jugadores (entre lesionados y privados por sus clubes europeos), sin la enorme mayoría de sus titulares, con un plantel de 27 rugbiers de los cuales sólo 9 se desempeñan en el profesionalismo y con un grupo que recién se juntó el domingo por la noche antes de subirse al avión, dieron una muestra más del rugby de alto nivel que tiene la Argentina.

Por eso, miles de las 61.569 personas que asistieron ayer al Millennium se quedaron para aplaudir a esos jugadores argentinos que no se querían ir del césped, que dieron la vuelta olímpica bailando y que regresaron para seguir la fiesta luego de la hilera de honor que les hicieron los Lions.

Los Pumas jugaron el partido que tenían que jugar ante un equipo que si bien no será el que enfrentará a los All Blacks, reúne a estrellas de potencias como Inglaterra, Gales, Irlanda y Escocia. Además, enfrente estuvo Wilkinson.

El equipo argentino no tuvo fisuras, salvo en los 10 últimos minutos, cuando se perdieron tres pelotas importantes en el line y se cometieron infracciones que, al final, le permitieron a Wilkinson empatar el partido.

Los forwards jugaron un partido espléndido. Batallaron en todos lados, tacklearon y mantuvieron el control de la pelota en los rucks y mauls. Mario Ledesma (considerado "The Man of the Match", El Hombre del Partido) fue el líder del pack junto a Reggiardo y a Federico Méndez, quienes ayer se retiraron con toda la gloria.

Pablo Bouza y Mariano Sambucetti fueron importantes con su empuje y la tercera línea tackleó a cuanto inglés, irlandés, galés y escocés pasaron por su lado. Leguizamón, improvisado como octavo, demostró que a los 22 años es uno de los Pumas con más futuro.

Los backs pusieron un candado a los ataques de los Lions, sobre todo en el centro de la cancha. Fue impresionante lo que tacklearon Felipe Contepomi (estaba en todos lados) y Lisandro Arbizu, en un regreso casi después de dos años y con toda su categoría intacta. Y el Ninja Federico Todeschini estuvo implacable con su pie: acertó los 6 penales que pateó y la conversión del gran try de José María Núñez Piossek. Apenas falló un drop complicado cuando Los Pumas ganaban 25-19.

Sólo al comienzo del segundo tiempo y al final del partido Los Pumas no estuvieron en ventaja, y nunca fueron abajo en el marcador. Sorprendieron a unos Lions imprecisos, con jugadores que anoche, bajo el techo corredizo del Millennium, apostaban varias fichas para ganarse un lugar entre los titulares de Clive Woodward.

El final fue dramático, muy parecido a aquel de 1999 en Lens, cuando Los Pumas vencieron a Irlanda por el Mundial. También el árbitro era Dickinson, quien en aquella oportunidad adicionó 9 minutos. Los Lions eligieron dos veces el line en vez de probar a los postes para el empate. Y Los Pumas defendieron su ingoal como lo indica su historia. Nadie iba a pasar por ahí.

Hasta que el arbitro cobró otro penal y Wilkinson supo que no tenía otra chance que apelar a su pie mágico.

Fue otra noche de gloria para Los Pumas. Esta era una prueba más que difícil, con más adversidades que nunca. Pero cuando se trata de 15 jugadores con la celeste y blanca, todo es posible.”