Gracias al "Canario" Gosio, Newman cantó victoria

18 de julio (Rugbytime).

Con un try sobre la hora, Newman acaparó una victoria que parecía difícil de conseguir. Venció a Champagnat por 25 tantos a 24 y estiró su paternidad sobre el clásico rival. Agustín Gosio, autor de dos tries, fue sin dudas la figura del partido.

Pasado el mediodía nadie imaginaba un final así. Igualmente la ceremonia previa al los grandes clásicos se cumplió estrictamente. Es que la rivalidad entre Champagnat y Newman se remonta muy atrás y estos encuentros se deben festejar de manera diferente.
Con la tribuna local a pleno quien comandaba el caldeo del ambiente era un megáfono que dirigía, como buen profesor, a todos los chicos que integraban la barra. Y entre cantos y coreos, los 30 protagonistas se presentaron sumidos en una concentración imperturbable.

El buen comienzo de ambos en la zona Campeonato daba pie para imaginar algo más que un partido cerrado y deslucido. Después de mucho tanteo quién logró los primeros aplausos fue José Vinuesa tras apuntar bien un penal desde 40 metros, logrando el 3-0 para Newman. Desde allí hasta el borde el primer tiempo quién proponía más era Champagnat aunque el que capitalizaba era el visitante.

La conversión de Vinuesa tras el buen try de Repetto calmó la ansiedad del Cardenal que gastaba a cuenta por el buen negocio del 10-0 en la mitad inicial. Ni siquiera le otorgó demasiada importancia a los 10 minutos que tendría que jugar con 14 por sin bin a Agustín Canalda sobre los 41´ del primer tiempo.

Aturdidos por el megáfono y su hinchada, los de Pacheco entraron a completar el partido sin pedir permiso. Y haciendo uso del hombre de más sacudieron la tarde con tres tries en diecisiete minutos. Para cuando Newman pispeó el reloj sólo le quedaba medio tiempo para descontar semejante diferencia que marcaba el cartel con un 24-10 abajo.

Y lo logró. A riesgo de quedarse sin nada, el león herido se precipitó sobre Champa. Y presentando el juego que más la gusta la ovalada voló de banda a banda buscando el hueco salvador. Otra vez en la posición que mejor lo aprovecha (de wing) el canario Gosio se inventó la tarde de sus sueños: la del héroe triunfador que lo llevan en andas.

Faltando un minuto para que el clásico se transformara en condena, Agustín Gosio recibió de Víctor Müller en mitad de cancha y enfiló por la izquierda. Luego de sortear notablemente dos tackles volvió a sembrar la pelota en el ingoal de enfrente para que se liberara el delirio bordó y la fiesta quedara nuevamente (al igual que en 2003 en el mismo escenario) para la gente de Benavídez. La cosa se selló en 25-24.

El dulce sonido del silbato final para unos sólo traía amargura para otros. Casi sin merecerlo el clásico rival, justo él, le robaba sobre la hora a Champagnat algo por lo que tanto había trabajado.
 
Lamentos y reproches al margen este nuevo partido se alimentó de sí mismo.

Después del duchazo correspondiente y con los ánimos nuevamente parejos la acción se trasladó al quincho dónde las sweety ladys daban quórum para un buen tercer tiempo…pero esa es historia para otra crónica.

Declaraciones:

Marcelo Torres (Newman): Fue un partido que se podía dar para cualquier equipo y por suerte nos tocó a nosotros pero perfectamente lo podrían haber ganado ellos y merecidamente.

Francisco Márquez (Champagnat): Creo que el primer tiempo fue muy aburrido, ninguno de los dos pudo jugar, ya en el segundo creo que cambió la actitud de los equipos y era para cualquiera. Ellos tuvieron más suerte al final y bueno se lo llevaron, pero se jugó un buen partido de rugby.

Tomás Machiavello (Champagnat): Hoy jugamos en un nivel muy alto, contra uno de los equipos que creo que puede llegar a semifinales y que hoy le jugamos un nivel de igual a igual en un lindo partido.

Agustín Durand (Champagnat): La verdad que tuvimos mala suerte porque jugamos muy bien y se nos escapó al final.

Tomás Basavilbaso (Newman): Quedé bastante insatisfecho, jugamos pésimo pero ya me olvidé, lo único que me importa es que ganamos.

José Vinuesa (Newman): Fue un partido muy duro y áspero, pero con un poquito de corazón les ganamos.